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sábado, 23 de febrero de 2008

Perdona por si te hago daño

Perdona si lo que escribo te afecta Harry. Creo que no te hace mucha gracia que escriba de tí, pero, en realiadad estoy escribiendo sobre mí.
Ya estoy mejor. Ahora, demasiado cabreada con el trabajo.
No te enfades Harry por mi blog y no me odies por ello. Me gustaría poder contarte lo que está pasando en el trabajo pero sé que te descoloca que hablemos, aún así me gustaría conservar la amistad de la relación. Porque sino que nos queda. ¿El odio? ¿Indiferencia? Si tardamos mucho tiempo en hablar será eso lo que suceda (supongo) y no me gustaría llegar a ese extremo. ¿A tí sí?
Pues lo que te iba diciendo, el curro fatal. Creo que es hora de que salga de la madriguera y no mire para atrás ni para dar las gracias. Ojalá alguien le haga sufrir a "ella" todo lo que nos ha hecho sufrir a veintipico personas (ya es desearle mal a alguien, porque solo con lo mío lo llevaba claro, pero más de veinte...). El tiempo pone a cada uno en su sitio, para lo bueno y para lo malo. Y sino es aquí, ya le tocará. Esta en la "reencarnación" será una cucaracha o una serpiente. Bueno, algo que de asco...

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